Ruta Madrid - Manzanares el Real |
El pasado día 9 de Noviembre como
es habitual, decidimos hacer nueva ruta: desde Madrid a Manzanares el Real, ruta que no pintaba nada mal.
Habíamos leído sobre la ruta y el
carril bici, indicando que es una de las más seguras de la Comunidad de Madrid,
cosa que no se equivocan, es un recorrido de unos 35 kilómetros a lo largo de un carril totalmente asfaltado , bien
indicado y protegido de la carretera M-607 con unos muros de hormigón o vallas.
El tipo de desnivel los primeros
10 kilómetros no suponen ningún problema ya que apenas existe mucha diferencia,
pero a partir de El goloso los
desniveles cada vez eran más pronunciados, como es normal, Manzanares el Real
está a una altura mucho mayor que Madrid y la subida es bastante progresiva.
Llegando a Colmenar Viejo las
subidas y bajadas tan seguidas se convierten un poco en tortura, pasando ya el
kilómetro 25 hay una bajada bastante agradable hasta llegar al desvío para girar hacia Manzanares pasando por el camping
de la Fresneda una vez allí, existe un camino que te acerca hasta el mismo embalse de Santillana.
Una vez contado un poco sobre la
ruta ahora toca hablar sobre mi experiencia en ella:
Para empezar físicamente ese día
no me encontraba muy bien, pero tenía ganas de hacer esta ruta ya que me gusta
mucho el tema de montaña-río y esta
ruta tiene unos paisajes muy bonitos de los que se pueden ver animales
salvajes, principalmente aves entre ellas rapaces como el Buitre Negro o el Milano.
Salimos de Montecarmelo después de
pasar por el supermercado, desde allí conectamos con un carril bici que deja al
lado el Anillo Verde por ahí avanzamos
hasta llegar a la carretera donde un puente te permite acceder al carril bici
de Colmenar Viejo a partir de ahí todo
era bastante sencillo, casi todo llano, alguna subida de vez en cuando y
pasados unos 4 kilómetros hay una bifurcación a ambos lados, para continuar
nosotros seguimos por el de la izquierda dirección El goloso.
Una vez pasados los 10km Pica y yo ya nos habíamos disgregado un
poco del grupo, no queríamos dejar que la media bajase e íbamos a una velocidad
de unos 21km/h en llano y unos 15km/h en subida manteniendo una media de unos
19km/h. Quizás íbamos más rápido de lo habitual pero queríamos medir
resistencia para mejorar nuestra condición, pero el problema iba a llegar enseguida,
una sucesión de subidas y bajadas muy
continuadas nos iban a empezar a pasar factura; la media bajó y las
fuerzas eran menores, seguimos avanzando hasta llegar a un punto donde podíamos
reponer las fuerzas perdidas y así poder continuar con el grupo al completo.
Al poco tiempo de esperar en el
descanso vimos que Miguel llegaba y
se unía de nuevo a nosotros, todos comentábamos lo desmoralizante que era esa
parte del camino a la altura de Colmenar
Viejo. Un poco después llegaba Mario
con José a su lado y coincidían con nosotros en que era peor de lo que pensábamos,
una vez que repusimos fuerzas volvimos a la carga todos juntos de nuevo, pero
algo daba mala espina y es que cuando estábamos descansando, en el sentido
contrario varios ciclistas bajaban a toda velocidad lo que no podía indicar
otra cosa que una gran subida.
Pasamos debajo de un puente y
efectivamente nos encontramos una subida pronunciada y bastante larga. Mientras
subía, he de reconocer que pensé muchas cosas pero entre ellas que si me estaba
costando tanto esta cuesta, como iba a poder con las del puerto de Navacerrada cuando lo tengamos que
cruzar en el Camino de Santiago, e
incluso llegué a pensar en bajarme de la bicicleta.
Después de ese mal trago sumado a
mi estado físico que apenas podía respirar llegamos a una zona bastante
agradable, solo tuvimos que subir un puente y alguna pequeña cuesta pero sin
importancia, y llegando a los 25km era casi todo cuesta abajo hasta llegar al desvío
que va hacia Manzanares el Real.
En el desvío se nos acabó el
carril bici y tuvimos que ir en fila india en el arcén de la carretera hasta
llegar al embalse de Santillana
donde veníamos de grandes bajadas que nos habían recuperado totalmente. Una vez
en el embalse, descansamos para comer y echar fotos para el recuerdo. Hay veces
que lo que dices te suele pasar factura y creo que a Miguel le pasó, comentó a la hora de comer que el Anillo Verde era más duro que esta
ruta.
Descanso en el embalse de Santillana |
Después de reponer fuerzas y de
reposar la comida con un poco de sol que nos ofrecía el día parece que como si
de una película se tratase, empezaba el detonante de lo peor de la ruta, empezó
a soplar un viento frío que prácticamente nos invitó a largarnos de ahí y ya
que estábamos al lado de Manzanares el
Real, propuse acercarnos para echarnos una foto en el castillo de los Mendoza, sinceramente creo que fue una de las
peores decisiones de ese día ya que los 5 kilómetros que nos separaban del
castillo nos parecieron interminables, el viento en contra, los coches pasando
constantemente y el frio llegaba.
Nada más echarnos la foto en el
castillo, cosa que ni se aprecia, salimos de allí lo más rápido que pudimos
pero a partir de aquí el camino para Miguel
se iba a convertir en un calvario; se quejaba del cansancio en las piernas
el problema de los cambios de su bicicleta, pero no había tiempo para parar,
las horas de luz eran cada vez menos y teníamos que irnos de allí si o si, así
que salimos lo más rápido que pudimos y creo que el miedo a tener que volver
sin luz y el frío nos empezó a poner un tanto nerviosos.
Al llegar de nuevo al carril bici, Pica y yo volvimos a disgregarnos del grupo pero esta vez no era
para mejorar la media sino para que no se nos acabase la luz, seguido a
nosotros venía Mario y José, pero el
problema era que a la bicicleta de Miguel
no le reaccionaban los cambios y tenía que subir las cuestas en la marcha más
dura sumado a su cansancio hizo que se retrasara. La luz se acabó y apenas se veía nada, solo lo poco que podían
iluminar las luces de la bicicleta por lo que decidimos parar para que el grupo
se uniera, pero el frío no nos iba a dar tregua y nos iba a hacer que la espera
se nos hiciera casi eterna.
Pasada la espera, Miguel apareció
entre la oscuridad y seguimos el camino dando todas las fuerzas para poder
llegar, dimos por imposible llegar al punto de inicio e intentamos llegar hasta
la estación de cercanías de Cantoblanco.
Pero sin luz y con el frío decidimos ir directamente a la estación de El goloso donde nos montamos en el tren
y dimos por terminada nuestra ruta a los 76
kilómetros en total y hasta la próxima semana.
En general la ida quitando la
parte cerca de Colmenar Viejo fue
bastante buena, es más, incluso todos teníamos bastantes fuerzas, pero la
vuelta sumada a las inclemencias del tiempo se nos hizo realmente interminable
ya que no recordábamos que tuviésemos que subir tantas cuestas a la vuelta
aunque la verdad es que la vuelta con las ganas de llegar la hicimos en muy
poco tiempo.
Es una ruta que es
preferiblemente hacerla en primavera o si es en época de frío (la pena es que
fue la semana siguiente a la que fuimos es cuando nevó y no disfrutamos de las
montañas nevadas) por la mañana temprano y con ropa de abrigo.
ESCALA DE DIFICULTAD (SOBRE 5): 3.6
Tito Navas.
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