miércoles, 27 de noviembre de 2013

Probando fuerzas: Madrid-Manzanares el Real

Ruta Madrid - Manzanares el Real
El pasado día 9 de Noviembre como es habitual, decidimos hacer nueva ruta: desde Madrid a Manzanares el Real, ruta que no pintaba nada mal.

Habíamos leído sobre la ruta y el carril bici, indicando que es una de las más seguras de la Comunidad de Madrid, cosa que no se equivocan, es un recorrido de unos 35 kilómetros a lo largo de un carril totalmente asfaltado , bien indicado y protegido de la carretera M-607 con unos muros de hormigón o vallas.

El tipo de desnivel los primeros 10 kilómetros no suponen ningún problema ya que apenas existe mucha diferencia, pero a partir de El goloso los desniveles cada vez eran más pronunciados, como es normal, Manzanares el Real está a una altura mucho mayor que Madrid y la subida es bastante progresiva. Llegando a Colmenar Viejo las subidas y bajadas tan seguidas se convierten un poco en tortura, pasando ya el kilómetro 25 hay una bajada bastante agradable hasta llegar al desvío para girar hacia Manzanares pasando por el camping de la Fresneda una vez allí, existe un camino que te acerca hasta el mismo embalse de Santillana.


Una vez contado un poco sobre la ruta ahora toca hablar sobre mi experiencia en ella:

Para empezar físicamente ese día no me encontraba muy bien, pero tenía ganas de hacer esta ruta ya que me gusta mucho el tema de montaña-río y esta ruta tiene unos paisajes muy bonitos de los que se pueden ver animales salvajes, principalmente aves entre ellas rapaces como el Buitre Negro o el Milano.

Salimos de Montecarmelo después de pasar por el supermercado, desde allí conectamos con un carril bici que deja al lado el Anillo Verde por ahí avanzamos hasta llegar a la carretera donde un puente te permite acceder al carril bici de Colmenar Viejo a partir de ahí todo era bastante sencillo, casi todo llano, alguna subida de vez en cuando y pasados unos 4 kilómetros hay una bifurcación a ambos lados, para continuar nosotros seguimos por el de la izquierda dirección El goloso.

Carril bici pasado Tres Cantos

Una vez pasados los 10km Pica y yo ya nos habíamos disgregado un poco del grupo, no queríamos dejar que la media bajase e íbamos a una velocidad de unos 21km/h en llano y unos 15km/h en subida manteniendo una media de unos 19km/h. Quizás íbamos más rápido de lo habitual pero queríamos medir resistencia para mejorar nuestra condición, pero el problema iba a llegar enseguida, una sucesión de subidas y bajadas muy continuadas nos iban a empezar a pasar factura; la media bajó y las fuerzas eran menores, seguimos avanzando hasta llegar a un punto donde podíamos reponer las fuerzas perdidas y así poder continuar con el grupo al completo.

Al poco tiempo de esperar en el descanso vimos que Miguel llegaba y se unía de nuevo a nosotros, todos comentábamos lo desmoralizante que era esa parte del camino a la altura de Colmenar Viejo. Un poco después llegaba Mario con José a su lado y coincidían con nosotros en que era peor de lo que pensábamos, una vez que repusimos fuerzas volvimos a la carga todos juntos de nuevo, pero algo daba mala espina y es que cuando estábamos descansando, en el sentido contrario varios ciclistas bajaban a toda velocidad lo que no podía indicar otra cosa que una gran subida.

Pasamos debajo de un puente y efectivamente nos encontramos una subida pronunciada y bastante larga. Mientras subía, he de reconocer que pensé muchas cosas pero entre ellas que si me estaba costando tanto esta cuesta, como iba a poder con las del puerto de Navacerrada cuando lo tengamos que cruzar en el Camino de Santiago, e incluso llegué a pensar en bajarme de la bicicleta.

Después de ese mal trago sumado a mi estado físico que apenas podía respirar llegamos a una zona bastante agradable, solo tuvimos que subir un puente y alguna pequeña cuesta pero sin importancia, y llegando a los 25km era casi todo cuesta abajo hasta llegar al desvío que va hacia Manzanares el Real.

En el desvío se nos acabó el carril bici y tuvimos que ir en fila india en el arcén de la carretera hasta llegar al embalse de Santillana donde veníamos de grandes bajadas que nos habían recuperado totalmente. Una vez en el embalse, descansamos para comer y echar fotos para el recuerdo. Hay veces que lo que dices te suele pasar factura y creo que a Miguel le pasó, comentó a la hora de comer que el Anillo Verde era más duro que esta ruta.

Descanso en el embalse de Santillana

Después de reponer fuerzas y de reposar la comida con un poco de sol que nos ofrecía el día parece que como si de una película se tratase, empezaba el detonante de lo peor de la ruta, empezó a soplar un viento frío que prácticamente nos invitó a largarnos de ahí y ya que estábamos al lado de Manzanares el Real, propuse acercarnos para echarnos una foto en el castillo de los Mendoza, sinceramente creo que fue una de las peores decisiones de ese día ya que los 5 kilómetros que nos separaban del castillo nos parecieron interminables, el viento en contra, los coches pasando constantemente y el frio llegaba.

Nada más echarnos la foto en el castillo, cosa que ni se aprecia, salimos de allí lo más rápido que pudimos pero a partir de aquí el camino para Miguel se iba a convertir en un calvario; se quejaba del cansancio en las piernas el problema de los cambios de su bicicleta, pero no había tiempo para parar, las horas de luz eran cada vez menos y teníamos que irnos de allí si o si, así que salimos lo más rápido que pudimos y creo que el miedo a tener que volver sin luz y el frío nos empezó a poner un tanto nerviosos.

Al llegar de nuevo al carril bici, Pica y yo volvimos a disgregarnos del grupo pero esta vez no era para mejorar la media sino para que no se nos acabase la luz, seguido a nosotros venía Mario y José, pero el problema era que a la bicicleta de Miguel no le reaccionaban los cambios y tenía que subir las cuestas en la marcha más dura sumado a su cansancio hizo que se retrasara. La luz se acabó y apenas se veía nada, solo lo poco que podían iluminar las luces de la bicicleta por lo que decidimos parar para que el grupo se uniera, pero el frío no nos iba a dar tregua y nos iba a hacer que la espera se nos hiciera casi eterna.

Pasada la espera, Miguel apareció entre la oscuridad y seguimos el camino dando todas las fuerzas para poder llegar, dimos por imposible llegar al punto de inicio e intentamos llegar hasta la estación de cercanías de Cantoblanco. Pero sin luz y con el frío decidimos ir directamente a la estación de El goloso donde nos montamos en el tren y dimos por terminada nuestra ruta a los 76 kilómetros en total y hasta la próxima semana.

En general la ida quitando la parte cerca de Colmenar Viejo fue bastante buena, es más, incluso todos teníamos bastantes fuerzas, pero la vuelta sumada a las inclemencias del tiempo se nos hizo realmente interminable ya que no recordábamos que tuviésemos que subir tantas cuestas a la vuelta aunque la verdad es que la vuelta con las ganas de llegar la hicimos en muy poco tiempo.

Es una ruta que es preferiblemente hacerla en primavera o si es en época de frío (la pena es que fue la semana siguiente a la que fuimos es cuando nevó y no disfrutamos de las montañas nevadas) por la mañana temprano y con ropa de abrigo.

ESCALA DE DIFICULTAD (SOBRE 5): 3.6


Tito Navas.






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