martes, 18 de marzo de 2014

Toledo no es ciudad para bicis (II)




Toledo no es ciudad para bicis (II)

La vuelta se presentaba complicada como ya habíamos supuesto el día anterior. Por la mañana antes de partir tuvimos que hacer una parada en una farmacia para comprar crema solar ya que el día anterior Tito y sobre todo Antonio se habían quemado. Estamos en Marzo pero ¡cómo calienta el Sol!
Tras esta precaución algo tardía emprendimos el regreso a casa.

El camino de tierra hasta Bargas resultó tan divertido como la ida, hasta que se produjo otro “incidente” esta vez a mí. La caída fue muy tonta y las consecuencias casi inexistentes, lo que más rabia me dio fue que se me rompieron ligeramente las mayas que apenas tenían un par de semanas. 

Los primeros kilómetros por carreteras eran fáciles, está vez Bargas tocaba cuesta abajo. La primera subida se encontraba antes de llegar a Yunclillos y como no hay tres sin cuatro, volví a pinchar. Sí otra vez, no gano para parches y cámaras de repuesto. Este percance nos retrasó considerablemente. Tito y Antonio nos esperaban ya en Yunclillos porque en las subidas es imposible no separarse. Y José y yo que no somos muy duchos en estos menesteres nos demoramos más de lo debido en el cambio de cámara.

Este parón justo antes de la zona con mayor desnivel, nos enfrió haciendo ese tramo más duro y  nos desanimamos un poco. Pero pronto recuperamos las energías cuando paramos a comer y comprobamos que ya habíamos recorrido más de la mitad del trayecto de vuelta. El último tramo fue más llevadero, aunque el tráfico aumentaba y eso siempre incomoda un poco. 

Es cierto que aun debemos seguir entrenando para aguantar varios días seguidos en bici. Pero los objetivos fueron superados ampliamente. Ida y vuelta a Toledo en dos días y un fin de semana muy divertido y en buena compañía. Santiago nos espera.

 Selfie en Toledo

Posdata: He escrito estos dos post con un dedo dormido.               

Dificultad: 3.6 sobre 5 

No hay comentarios:

Publicar un comentario